La exposición al sol puede causar quemaduras y daños a largo plazo, como envejecimiento prematuro y cáncer de piel. Busca la sombra entre las 11 y las 13 horas, ponte gorro, ropa protectora y gafas de sol. Además, debes aplicar una crema solar de amplio espectro UVA-UVB cada 2 horas en la piel que esté expuesta al sol.

Algunos protectores solares pueden causar una desagradable sensación de escozor en la piel sensible. Opta por una protección UVA-UVB de amplio espectro que haya sido testada en las pieles más sensibles, como la gama ANTHELIOS de La Roche-Posay, marca especialista en pieles sensibles. Todos los productos ANTHELIOS contienen el Agua termal de La Roche-Posay.

Los dermatólogos recomiendan llevar sombreros, gafas de sol y ropa protectora, así como permanecer a la sombra. No obstante, el protector solar es el elemento principal en la protección frente al sol, y no puede ser olvidado. Los protectores solares ANTHELIOS han sido sometidos a rigurosas pruebas incluso en las pieles más sensibles para garantizar total seguridad.

La piel se broncea cuando las células llamadas melanocitos reaccionan a los daños UV produciendo un pigmento llamado melanina, que protege las células absorbiendo la radiación UV. En resumen, no es posible broncearse sin exponer la piel a los daños de la radiación UV, como quemaduras, envejecimiento prematuro y cáncer de piel. La mejor forma de broncearse sin dañar la piel es utilizando un producto de autobronceado.

Para evitar el envejecimiento prematuro o el cáncer de piel, es importante usar diariamente protector solar facial. Elige la textura que mejor se adapte a tu piel, como un protector solar para pieles sensibles y secas, un gel no comedogénico para pieles grasas o una bruma fresca si prefieres masajear el producto.