CÓMO MEJORAR LA CURACIÓN DE LAS CICATRICES (Y CÓMO DETECTAR SI ALGO NO VA BIEN)

EXISTEN 4

TIPOS BÁSICOS DE CICATRICES

• CICATRICES NORMALES O «BUENAS», que son suaves, planas y de un color parecido al de tu piel.
• CICATRICES ATRÓFICAS O «CÓNCAVAS», en las que el tejido está vacío y con marcas. Suelen ser la cicatrices causadas por el acné o la varicela, y pueden afectar a cualquier persona.
• CICATRICES HIPERTRÓFICAS, que son duras, rojas y protuberantes.
• CICATRICES QUELOIDES, que son duras, voluminosas y se extienden más allá del límite de la herida original.

Las cicatrices hipertróficas y queloides son más comunes en personas con ascendencia africana, aunque cualquier persona puede tenerlas, especialmente en el pecho y las orejas. Si tu cicatriz forma parte de una de las dos últimas categorías, existen tratamientos para ello, por lo que recomendamos pedir consejo a un médico. En cualquier caso, una buena rutina para el cuidado de las cicatrices te ayudará a conseguir los mejores resultados después de una cirugía o herida. Haz clic AQUÍ para obtener más detalles o para ver las señales de alarma.

CUIDADO DE LAS CICATRICES:

TU RUTINA DE RECUPERACIÓN IDEAL PARA LAS CICATRICES

1.

Mantén limpia tu cicatriz para evitar infecciones

Cuando hablamos de cuidado y prevención de las cicatrices, la limpieza es imperativa. Una vez que te hayan quitado los puntos, limpia la cicatriz con delicadeza al menos una vez al día o siempre que esté expuesta a entornos sucios o polvorientos. Utiliza un gel limpiador diseñado para la piel frágil, que sea hipoalergénico y lo suficientemente suave.

No bañes tu cicatriz en desinfectantes como peróxido de hidrógeno, pues este puede matar a las nuevas células y retrasar el crecimiento de la cicatriz.

Haz clic AQUÍ para echar un vistazo a CICAPLAST Lavant B5 y cómo limpiar la piel frágil.

2.

Evita estirar la piel durante el proceso de cicatrización

La curación de las cicatrices lleva su tiempo. Para prevenir una cicatrización antiestética, deberías evitar ciertas actividades. Tirar de la piel puede hacer que tu cicatriz se ensanche o incluso que salten los puntos, dando como resultado la reapertura de la cicatriz. Evita actividades que ejerzan una tensión excesiva en la cicatriz (como levantar mucho peso o ciertos deportes) durante varias semanas después de la operación. También deberías evitar llevar ropa que roce la piel herida.

3.

Asegúrate de quitar los puntos en el momento adecuado

Los puntos son una parte crucial del proceso de cicatrización. Un aspecto clave de tu rutina para las cicatrices es asegurarte de que los puntos se quitan en el momento adecuado. Si se extraen demasiado pronto esto podría reabrir la herida, pero si se hace demasiado tarde, podría dejar marcas. No te vayas de la consulta del médico sin instrucciones claras sobre cuándo y cómo tienes que quitarte los puntos (suponiendo que no sean absorbibles).

Haz clic AQUÍ para obtener una guía rápida sobre cuánto deberían durar los puntos.

4.

Usa una buena crema para las cicatrices para ayudar a que tu piel esté mejor.

Como parte de tu rutina de cuidado y prevención de las cicatrices, elige una crema reputada para cicatrices de tu farmacia local. El tipo de crema que buscas aliviará, fomentará la restauración y la protegerá del sol. Puedes empezar a usarla en cuanto la cicatriz esté cerrada y seca.

5.

Combina tu crema para cicatrices con técnicas de masaje

Un masaje de las cicatrices puede optimizar el proceso de cicatrización: asegúrate de hacerlo al menos una vez al día. El masaje aumentará las posibilidades de obtener un resultado satisfactorio al estimular una curación sana y pulcra.

6.

Mantén la cicatriz alejada del sol

El FPS es uno de los factores más importantes de tu rutina para el cuidado de la cicatriz. Las cicatrices nuevas tienen tendencia a sufrir de pigmentación oscura si se exponen a la radiación UV, así que opta por una crema calmante con una alta protección solar (FPS50+). Haz clic AQUÍ  para obtener más información sobre la protección de las cicatrices con respecto al sol.

AYUDA CON MIS CICATRICES:

¿MI PROCESO DE CURACIÓN ES NORMAL?

La curación de las cicatrices es un proceso que implica diferentes pasos. Sigue leyendo para descubrir qué cosas son normales y con cuáles debes estar alerta.

Mi cicatriz está sangrando

Es normal que una herida que se esté curando supure una pequeña cantidad de sangre. Presiona con un trozo de gasa hasta que se detenga el sangrado. En caso de que no pare, consulta con tu médico de cabecera o con un médico de urgencias, pues puede que necesites puntos. Si tu herida ya tenía puntos y se ha reabierto (a esto se le llama dehiscencia), necesitarás ver a un médico para evitar una cicatriz grande. Si las viejas cicatrices se vuelven a abrir y empiezan a sangrar, esto podría deberse a una deficiencia nutricional, así que visita a un médico para que te dé su opinión.

Mi cicatriz está supurando

Es normal que una herida que se esté curando supure un líquido claro, llamado líquido seroso, durante varios días o semanas, según la zona. Si tu herida empieza a supurar pus blanco o amarillo, es un signo de infección y necesitarás ver a un médico para que te diga si tienes que tomar antibióticos.

Tengo picazón en la cicatriz

Las heridas que se están curando pueden picar varios años. En los primeros estadíos de la formación de cicatrices, la herida está inflamada y libera mediadores inflamatorios (mediadores químicos), incluida la histamina, una molécula que produce picor. Ésta estimula los nervios que rodean la piel. Dado que la cicatriz «se entreteje», también se estimulan los receptores de la comezón. Con el tiempo, esta sensación se desvanece poco a poco, pero un masaje diario con una crema apta para cicatrices agilizará el proceso.

Me duele la cicatriz

Cuando una herida es lo suficientemente profunda como para dejar una cicatriz, las fibras de los nervios también se ven dañadas. Esto puede dar lugar a sensaciones de quemazón o dolor, en un fenómeno conocido como «dolor neuropático». Realizar un masaje con una crema para cicatrices puede ayudar, pero se disipará por sí solo ya que las fibras del nervio se curan y vuelven a crecer. También puede tratarse con ciertos medicamentos, como amitriptilina. Visita a tu médico si no te encuentras bien.

Mi cicatriz es rosa o roja

Es normal que las nuevas cicatrices sean rosas o rojas, es parte del proceso natural de curación del cuerpo. Como el tejido se regenera, los vasos sanguíneos aumentados se forman en torno a ella para alimentar el tejido de la herida y el influjo de células. El enrojecimiento debería disiparse por sí solo, pero si tu cicatriz sigue estando roja, tal vez deberías probar una crema reputada para cicatrices para fomentar la curación. En los casos más extremos, puede que debas visitar a un médico para informarte sobre cuáles son los mejores tratamientos para cicatrices, como parches de silicona, inyecciones de esteroides, luz pulsada intensa (IPL) y tratamientos con láser. La revisión quirúrgica de cicatrices también es posible.

Mi cicatriz está negra

La respuesta natural del cuerpo a una herida es la generación de una inflamación intensa, con la liberación de múltiples mediadores inflamatorios (mediadores químicos). Estas sustancias pueden estimular la actividad del pigmento que producen las células, llamados melanocitos, que dan como resultado la pigmentación marrón o negra dentro o alrededor de la cicatriz (hiperpigmentación postinflamatoria). Este fenómeno es más común en pieles más oscuras, pero puede evitarse o reducirse con una protección solar con alto FPS sobre la herida en proceso de curación.

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