¿CÓMO AFECTAN LOS RESFRIADOS Y LAS GRIPES A MI PIEL CON TENDENCIA A LAS IMPERFECCIONES?
La falta de sueño, que es un desafortunado resultado tanto del resfriado como de la gripe, puede provocar que la piel sensible empeore. La piel pálida y las bolsas resultan normales si no dormimos lo suficiente. Con el tiempo, la falta de sueño puede conducir a un envejecimiento prematuro de la piel y a la formación de líneas de expresión, e incluso a un empeoramiento de las imperfecciones.
Uno de los problemas más comunes de quien sufre un resfriado o gripe es tener que sonarse la nariz constantemente. Esto irrita la piel alrededor y debajo de la nariz. Molestarla con pañuelos puede generar un enrojecimiento y agrietamiento de la piel, así como un aumento de la sensibilidad. Si tienes imperfecciones o espinillas alrededor de la nariz, podrás ver cómo también se inflaman y empeoran debido al constante contacto y roce.
Los resfriados y las gripes absorben la hidratación de la piel dejándola seca y apagada. La enfermedad, junto con los medicamentos que tomamos y el hecho de estar tumbados, causa una falta de hidratación en la piel.
¿CÓMO COMBATIR
ESTOS PROBLEMAS?
Piel iluminada
Podrás combatir los signos de piel apagada con una dieta y un régimen de cuidado de la piel. ¡Una buena dieta es clave para recobrar el brillo! Las vitaminas que debes buscar son las vitaminas B, que están relacionadas con la piel inflamada. No es necesario hacer una revisión de tu dieta, pero intenta incorporar en ella alimentos ricos en hierro, que contribuirá a la producción de glóbulos rojos. Los glóbulos rojos son fundamentales para asegurar que tu piel luzca y esté saludable. En cuanto al cuidado de la piel, los productos iluminadores deberían convertirse en tus mejores aliados. Busca sérums que generen luminosidad, ya que corregirán los tonos desiguales de la piel y te harán recuperar el brillo nuevamente. ¡Los tratamientos faciales también son una buena forma de lograr el brillo deseado!
Nariz irritada
La nariz irritada puede suponer un auténtica molestia. Tratar de ocultar el enrojecimiento puede irritarla más, especialmente si es doloroso. Por lo tanto, lo mejor es ir a la raíz del problema. La regla número uno es: no exfolies la piel sensible. Al desmaquillarte o limpiarte el rostro, procura no frotar la zona irritada, ya que esto hará que empeore. Usa un limpiador facial suave dos veces al día, aplícalo con suaves palmaditas y enjuaga con agua tibia.
Hidrata tu piel
El primer paso para devolver la hidratación a la piel es muy sencillo: hidratarla, mucho. Mientras te recuperas de un resfriado o una gripe, procura hidratar tu piel por la mañana y la noche como mínimo, pero varias veces al día es lo ideal. Resulta tentador tomar largas duchas calientes para sentirse renovado después de estar enfermo, pero esto resecará más tu piel. Mejor opta por un limpiador suave que nutra tu piel sin secarla.