PROBIÓTICOS
Los probióticos son microorganismos vivos. Los cosméticos no pueden contener microrganismos vivos en su composición, primero por seguridad, y segundo porque contienen conservantes que precisamente evitan que los microorganismos puedan vivir ahí. Los nutrientes y el agua de los cosméticos son un caldo de cultivo idóneo para los microorganismos, incluidos los patógenos, por eso los cosméticos contienen conservantes y formulaciones específicas que inhiben la proliferación microbiana. La ciencia y la tecnología actual, incluida la normativa referida a productos cosméticos, no permite producir cosméticos con comunidades microbianas vivas sin ser consideradas un riesgo para la salud.
Sin embargo, el uso de probióticos sí se empieza a utilizar en medicina como parte del tratamiento de algunas enfermedades. Uno de los campos de estudio más importantes en la actualidad es el trasplante de microbiota. Consiste en extraer y cultivar el microbioma de una persona sana e implantarlo en una persona enferma. En piel todavía no se ha llegado a resultados satisfactorios, pero sí para el tratamiento de algunas infecciones gástricas. El trasplante de microbiota (trasplante fecal, TMF) por el momento es el único tratamiento efectivo para la infección recurrente por Clostridium difficile.
PREBIÓTICOS
Los prebióticos son el alimento del microbioma. Si la dieta del microbioma es equilibrada, el microbioma se mantendrá sano, pero si la dieta es disfuncional, se puede producir una disbiosis. Los cosméticos que contienen nutrientes específicos para el microbioma se denominan prebióticos.
Los prebióticos estimulan de forma selectiva el crecimiento de ciertos microorganismos que pueden ser beneficiosos, e inhiben el crecimiento de otros que podrían ser perjudiciales.
Las aguas termales son, en muchos casos, prebióticas. Por ejemplo, el agua termal de La Roche Posay está especialmente indicada en casos de dermatitis atópica, ya que disminuye la población de Staphylococcus, que son los que más proliferan durante los brotes, y aumentan la población de Xanthomonas. Esto es debido a su riqueza en estroncio y sobre todo en selenio (60 µg/l). Estos minerales actúan como catalizadores para determinadas bacterias, ayudando a transformar el microbioma cutáneo. Se ha comprobado que el agua termal en combinación con la manosa, que es un azúcar simple, favorece el crecimiento de las bacterias beneficiosas.
POSTBIÓTICOS
Los postbióticos son un extracto de biomasa bacteriana no viable. Esto significa que son moléculas excretadas por microorganismos y restos de bacterias lisadas. Los postbióticos funcionan como un conjunto de señales químicas que dan instrucciones a los microorganismos de la piel para que se comporten adecuadamente. Son como las normas cívicas, las señales de tráfico, los semáforos y los policías del microbioma.
Los laboratorios de La Roche Posay han desarrollado un postbiótico a partir de un microoganismo, la Vitreoscilla filiforme, cultivado en su agua termal. El selenio y el estroncio del agua actúan como catalizadores que promueven el crecimiento enzimático de un filotipo concreto de Vitreoscilla filiformis, es decir, solo se promueve el crecimiento de la única bacteria que ha dado los mejores resultados en los ensayos clínicos.
El postbiótico se produce a partir del extracto de Vitreoscilla filiformis. El cultivo bacteriano se fermenta y se lisa en un autoclave, que es como cocinarlo y trocearlo hasta separar todos sus componentes. El extracto que se obtiene es un postbiótico y figura en la lista ingredientes (INCI) como «vitreoscilla ferment».
PRINCIPIOS BIOACTIVOS: ¿QUÉ SON?
Los principios bioactivos son compuestos que inhiben la formación de biofilm de los microorganismos potencialmente patógenos. El biofilm es una estrategia de supervivencia que consiste en que los microbios se agrupan y secretan azúcares con los que construyen muros impenetrables. Los estados de disbiosis, como los que se dan durante los brotes de dermatitis atópica, fomentan la generación de biofilm de Staphylococcus aureus.
Los péptidos antibacterianos y los macrófagos naturales de la piel tratan de impedir la formación de biofilm, pero cuando este ya se ha establecido, les resulta casi imposible infiltrarse. Los principios bioactivos son compuestos capaces de revertir esta situación. El Microresyl es uno de ellos, es un compuesto capaz de debilitar la adhesión de las murallas y frenar el sobrecrecimiento de los Staphylococcus. El Microresyl es un extracto de las raíces tuberculosas de la planta Ophiopogon japonicus que figura en la lista de ingredientes (INCI) como «ophiopogon japonicum roots extract» y se encuentra en productos como Lipikar Baume AP+M de La Roche Posay.
La combinación de prebióticos, postbióticos y principios bioactivos en productos cosméticos supone un verdadero avance científico en el tratamiento de enfermedades caracterizadas por el desequilibrio del microbioma como la dermatitis atópica.
En pieles sin patologías estos principios activos ayudan a prevenir la enfermedad y sirven para mantener la salud del microbioma.