Cicatriz queloide: ¿qué es y cómo tratarla?

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Las cicatrices son marcas que quedan en la piel tras un proceso natural de curación de una lesión. Sin embargo, en ocasiones, estas cicatrices pueden evolucionar de manera anómala y dar lugar a lo que conocemos como queloides. Se trata de cicatrices gruesas y elevadas que pueden resultar molestas y afectar estéticamente a quien las presenta. En este artículo, nos adentraremos en el mundo de las cicatrices queloides para comprender mejor qué son, por qué se forman y qué opciones existen para tratarlas.

 

queloide

 

Tipos de cicatrices

Antes de centrarnos en las cicatrices queloides, es importante conocer los distintos tipos de cicatrices que pueden formarse en la piel:

  • Cicatrices atróficas: hundidas y con una textura que recuerda a un hoyo, son comunes en casos de acné o varicela.
  • Cicatrices hipertróficas: elevadas y rojizas, se caracterizan por permanecer dentro de los límites de la herida original.
  • Cicatrices contracturas: tensas y con capacidad para restringir el movimiento, suelen ser consecuencia de quemaduras.
  • Cicatrices queloides: se extienden más allá del área de la lesión inicial y pueden provocar dolor o picor.

 

cicatriz con queloide

Causas y síntomas de la cicatriz queloide

Un queloide se produce cuando el tejido cicatricial crece de forma descontrolada, sobrepasando los márgenes de la lesión original. A pesar de que no se conocen con exactitud las causas subyacentes a la formación de queloides, se cree que existen ciertos factores que podrían influir en su desarrollo:

  • Genética: la predisposición genética juega un papel importante, siendo más habitual la aparición de queloides en personas con piel más oscura.
  • Tensión cutánea: las áreas del cuerpo sometidas a mayor tensión, como hombros o pecho, son más propensas a este tipo de cicatrización.
  • Inflamación: la inflamación durante el proceso de cicatrización puede incrementar el riesgo de desarrollar queloides.
  • Tipo de lesión: quemaduras, acné severo, cirugías y perforaciones corporales son algunos ejemplos de lesiones que pueden desencadenar su formación.

Los síntomas de un queloide van más allá de su apariencia. Estas cicatrices pueden presentar las siguientes características:

  • Elevadas, gruesas y de textura firme.
  • Coloración rosada, rojiza o marrón oscuro.
  • Picor, dolor o sensibilidad al tacto.
  • Crecimiento progresivo a lo largo del tiempo.

Fases de la curación de una cicatriz y su impacto en los queloides

La cicatrización de una herida es un proceso complejo que se desarrolla en diferentes etapas:

  1. Hemostasia: la respuesta inmediata del organismo para detener la hemorragia.
  2. Inflamación: el cuerpo moviliza células para limpiar la herida y combatir posibles infecciones.
  3. Proliferación: se generan nuevos vasos sanguíneos y tejido de granulación para rellenar la herida.
  4. Remodelación: el tejido cicatricial adquiere resistencia y la herida se contrae.

En el caso concreto de los queloides, la fase de proliferación se prolonga más de lo habitual, lo que conlleva una producción excesiva de colágeno. Esta sobreproducción es la responsable del crecimiento descontrolado del tejido, dando lugar al queloide.

 

tipos de cicatrices

Cicatriz queloide: tratamientos

Aunque no existe una solución definitiva para eliminar completamente los queloides, existen diferentes tratamientos que pueden mejorar su aspecto, aliviar los síntomas y controlar su crecimiento.

Entre las opciones terapéuticas disponibles, se encuentran:

  • Inyecciones de corticosteroides: disminuyen la inflamación y la producción de colágeno, logrando un aplanamiento de la cicatriz.
  • Crioterapia: consiste en congelar el tejido del queloide para destruirlo. Su eficacia es mayor en queloides de tamaño pequeño.
  • Terapia láser: mediante luz concentrada, se busca reducir el tamaño y el enrojecimiento del queloide.
  • Láminas de silicona o gel de silicona: aplicadas sobre la cicatriz, ejercen una presión constante y mantienen la hidratación, lo que favorece su aplanamiento y alivia las molestias.
  • Cirugía: en determinados casos, se puede recurrir a la extirpación quirúrgica del queloide, aunque existe la posibilidad de que vuelva a aparecer.

Para el cuidado y prevención de cicatrices queloides, La Roche-Posay cuenta con productos específicamente formulados:

  • Cicaplast Baume B5+: bálsamo calmante y reparador ideal para cicatrices. Su fórmula con pantenol al 5%, madecassoside y complejo cobre-zinc-manganeso ayuda a regenerar la piel, calmar la irritación y proteger la barrera cutánea. Adecuado incluso para pieles sensibles.
  • Cicaplast Gel B5: gel de textura ligera ideal tras suturas, peeling o láser. Contiene pantenol, madecassoside y ácido hialurónico para promover la reparación epidérmica, reducir el enrojecimiento y mejorar la apariencia de marcas recientes.
  • Cicaplast Baume B5+ SPF50: bálsamo reparador con alta protección solar que previene la hiperpigmentación postinflamatoria. Aporta una acción calmante y antioxidante, reforzando la barrera cutánea mientras protege de los rayos UV.

¿Cómo prevenir los queloides?

La prevención de queloides es fundamental, especialmente en personas con predisposición a desarrollarlos. Algunas medidas que pueden contribuir a su prevención son:

  • Cuidado adecuado de las heridas: mantener la herida limpia, cubierta y correctamente hidratada para favorecer una cicatrización óptima.
  • Evitar la tensión en la herida: si la herida se encuentra en una zona de movimiento, como una articulación, se debe intentar minimizar el movimiento para reducir la tensión sobre la cicatriz.
  • Láminas de silicona o gel de silicona: aplicar estos productos sobre la cicatriz en formación puede ayudar a prevenir el crecimiento excesivo del tejido cicatricial.
  • Protección solar: es crucial usar protector solar de amplio espectro en la cicatriz para prevenir la hiperpigmentación.
  • Evitar perforaciones corporales y tatuajes: si se tiene predisposición a los queloides, es aconsejable evitar este tipo de prácticas.

En el caso de cicatrices como las de una cesárea, es fundamental seguir las indicaciones del médico para el cuidado de la herida. La aplicación de láminas de silicona o gel de silicona, junto con la protección solar, puede ser beneficiosa para prevenir la formación de queloides.

Los queloides son cicatrices que pueden afectar tanto al aspecto físico como a la calidad de vida de las personas. Si bien no existe una cura definitiva, una combinación adecuada de tratamientos y cuidados preventivos puede ayudar a controlar su crecimiento, mejorar su apariencia y minimizar las molestias asociadas. Consultar con un dermatólogo es fundamental para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado.

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