1. TEMPERATURA IDEAL
Si está demasiado caliente, el agua tiende a secar la piel y empeorar el picor. Si está demasiado fría, puede estropear este bonito momento entre padres e hijos. La temperatura ideal para mantener el equilibrio cutáneo está entre los 32 y 34 ºC.
2. EL MOMENTO ADECUADO
Intenta limitar el tiempo del baño a 10 minutos.
3. AGUA MÁS SUAVE
Cuanto más dura sea el agua, mayor es el riesgo de que provoque nuevos brotes de picor. Si es necesario, añade varias gotas de aceite lavante al agua para suavizarla y aportar confort a la piel.
4. LIMPIADORES ADECUADOS
El jabón es el enemigo de la piel con tendencia atópica porque su pH elevado irrita la epidermis. Como consecuencia, altera la capa hidrolipídica que protege la piel de los agresores externos. Elije en su lugar una crema o gel extrahidratante sin jabón que limpie suavemente la piel, preservando la barrera cutánea y reduciendo considerablemente la sensación de tirantez.
5. USA LAS PUNTAS DE LOS DEDOS
Las esponjas pueden irritar la piel y contener muchos gérmenes. Para una limpieza más suave, usa los dedos para extender el limpiador en la piel y minimizar la fricción, antes de aclarar a fondo.
6. SECA CON CUIDADO
Intenta no frotar cuando seques. Empieza dando toquecitos en las zonas más irritadas con una toalla limpia o pañuelos de papel. Ten cuidado y no dejes ninguna zona húmeda, ya que puede debilitar la epidermis.
7. UN BÁLSAMO PARA PREVENIR EL PICOR
Hidrata con un bálsamo relipidizante cuando la piel esté húmeda para optimizar su eficacia. Aplícalo masajeando con cuidado en las zonas irritadas.
Es bueno saber: ¿qué pasa con la playa o la piscina?
Nadar en la piscina o en el mar no está contraindicado para las personas con piel con tendencia atópica, siempre y cuando se aclaren a conciencia al salir. Además, recuerda calmar y rehidratar la piel con Agua Termal de La Roche-Posay.