Cada tipo de piel tiene sus propias necesidades específicas. Selecciona tu problemática y obtén el consejo dermatológico y las soluciones de cuidado de la piel que necesitas.
¿Quieres conocer tu tipo de piel? Gracias a Spotscan, una herramienta de diagnóstico de la piel impulsada con inteligencia artificial, descubre todo sobre tu piel y los productos adaptados para mejorarla.
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El acné puede presentarse de maneras muy diversas y lo mismo ocurre con sus tratamientos. El tratamiento más adecuado para ti dependerá tanto de la causa subyacente del brote (estrés, desequilibrios hormonales, alimentación…) como de su gravedad.
En la mayoría de casos de pieles con tendencia acneica, llevar a cabo una limpieza adecuada y utilizar productos de cuidado diario adaptados que contengan ingredientes activos dermatológicos de referencia puede ayudar a mantener los poros limpios y a prevenir la aparición de nuevos granos. Siempre se puede hacer algo al respecto y estás en el lugar idóneo para encontrar el asesoramiento que te guíe hacia las soluciones adecuadas.
Es difícil librarse de las cicatrices del acné. Algunos tratamientos médicos pueden ayudar: microdermoabrasión, exfoliantes químicos, tratamientos con láser y microneedling. Lo ideal sería evitarlos con medicamentos correctos, como antibióticos o isotretinoína.
El acné leve puede tratarse con las soluciones dermocosméticas adecuadas. Limpia la piel suavemente dos veces al día con un agua micelar o con un gel limpiador en espuma. Continúa tu rutina de cuidado diario con ingredientes activos, como ácido salicílico, niacinamida o piroctona olamina.
En el acné, un desequilibrio de las hormonas llamadas andrógenos provoca que la glándula sebácea produzca mucha grasa. Estas mismas hormonas crean una mayor producción de células de la piel que cubren los poros. Los poros se obstruyen con una mezcla de células y sebo, lo que se convierte en caldo de cultivo para las bacterias que causan el acné. Esto tiene como resultado diferentes tipos de granos que van desde granitos rojos y pústulas hasta quistes profundos y dolorosos.
El acné leve en el cuerpo se puede gestionar con las soluciones dermocosméticas adecuadas. Limpia la piel con suavidad dos veces al día con un gel limpiador en espuma. Continúa tu rutina de cuidado diario con ingredientes activos, como ácido salicílico, niacinamida o piroctona olamina. Si estas medidas no son suficientes, visita a un dermatólogo para que te proporcione información sobre tratamientos médicos como retinoides, antibióticos o isotretinoína.
¿A qué ingredientes activos deberías recurrir? En términos generales, los ingredientes de uso tópico para combatir las imperfecciones se dividen en dos categorías: los que ayudan a limpiar los poros y los que actúan sobre las bacterias.
El ácido salicílico es un ingrediente altamente eficaz presente en hidratantes y limpiadores faciales para la piel con tendencia acneica, debido a su capacidad de retirar las células muertas y disolver el exceso de grasa. Asimismo, muchos productos incorporan ingredientes antibacterianos como el sulfato de zinc o el peróxido de benzoílo. Como regla general, busca productos no comedogénicos (es decir, que no obstruyan los poros).
¿Te parece complicado? No lo es: en estos artículos encontrarás recomendaciones de los principales productos que puedes comprar directamente en una farmacia sin prescripción.
También encontrarás consejos específicos acerca de cómo limpiar la piel grasa con tendencia acneica y cómo ayudar a combatir los puntos negros, las cicatrices y las marcas provocadas por el acné, además de un artículo acerca de la importancia del sueño para tener una piel suave y sana –la piel con tendencia acneica necesita un sueño reparador.
Si los tratamientos sin prescripción no son lo suficientemente eficaces para ti (especialmente si tienes una piel con tendencia acneica quística), en esta sección también descubrirás tratamientos para el acné sujetos a prescripción médica: retinoides de uso tópico, antibióticos orales, isotretinoína (Accutane). Asimismo, te contaremos cuáles son los efectos secundarios a los que debes prestar atención.
